Sin cocina, me tengo que mostrar al mundo de otra manera, como quedé después de la despedida: un cuerpo rodeado de objetos mudos. Una mirada que ya no ve sino el vacío. El montaje parte de una pregunta por la transformación de la relación con el acto de cocinar en una persona que tuvo que cambiar de país. El hallazgo de objetos heredados en mi casa, me hizo buscar una manera de unir la memoria de la cocina deliciosa, divertida y variada, con un espacio donde la preparación del alimento es una experiencia mecánica, una cadena de producción que desencadena un acto de canibalismo.
martes, 22 de diciembre de 2009
En este país ya no cocino
Sin cocina, me tengo que mostrar al mundo de otra manera, como quedé después de la despedida: un cuerpo rodeado de objetos mudos. Una mirada que ya no ve sino el vacío. El montaje parte de una pregunta por la transformación de la relación con el acto de cocinar en una persona que tuvo que cambiar de país. El hallazgo de objetos heredados en mi casa, me hizo buscar una manera de unir la memoria de la cocina deliciosa, divertida y variada, con un espacio donde la preparación del alimento es una experiencia mecánica, una cadena de producción que desencadena un acto de canibalismo.
Etiquetas:
acción,
alimento,
antropofagia,
canibalismo,
cocina,
intervención,
Performance,
teatro
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario